Medidas: 31x31cm
“Inmaculado Corazón de María, enséñame a amar como Tú.”
La devoción al Inmaculado Corazón de María se remonta al siglo XVII, especialmente bajo la influencia de San Juan Eudes, quien enseñaba que el Corazón de María “es la fuente y el principio de todas las grandezas” por su papel como Madre de Jesús y esposa fiel del Espíritu Santo.  

Contemplar este corazón es entrar en la escuela de su humildad, de su pureza y de esa fortaleza suave que solo una madre puede transmitir. Es sentirse acogido por una Madre que comprende, que guarda y que intercede con un amor que no se cansa.

Y en la luz de Fátima, donde María mostró su Corazón rodeado de espinas “ofendido por los pecados de la humanidad”, este gesto maternal se vuelve aún más cercano: su Corazón se presenta como refugio seguro y camino que conduce a Dios.